viernes, 25 de noviembre de 2011

Espeleo-grafismo y Mujer

Con este artículo, adelanto una pequeña parte del trabajo que sobre este tema tan apasionante de la Mujer y la Espeleo, estoy realizando. Y digo apasionante, por su pequeña participación a lo largo de la historia de este deporte, y ello conlleva a plantearse preguntas sobre el por qué de esta realidad. Las minorías siempre presentan un debate sobre sus causas. Ahora ya ha llegado el tiempo de empezar a resolver incógnitas.
Por lo pronto, y sin hacerse cuestiones sobre la manera que se ha tratado este tema, expongo algunas representaciones, tanto en dibujos como en fotografías, que han tenido como protagonista a la mujer en nuestro ámbito, y que han servido para presentar algún acontecimiento espeleológico.
En Francia, pioneros de la espeleología, es donde más aparece la imagen de la mujer, como espeleóloga, en las publicaciones. . En 1.945 el libro de Norbert Casteret, “Une vie de chauves-souris” tiene como portada a su mujer Isabelle, espeleóloga. Más tarde, una vez muerta Isabelle, publica Norbert otro libro en 1.953 “Dans les glaces souterraines”, en donde la protagonista es su hija Maud, que exploró numerosas cuevas con su padre. Se trata de dos verdaderas mujeres espeleólogas, que aparecen en portada por derecho propio.


Isabelle Casteret (1.945)

Maud Casteret (1.953)
En España, en 1.930 se edita a todo lujo el libro “Las Cuevas del Drach”, con la portada de una bailarina actuando delante de su famoso lago. Estas actuaciones fueron inmortalizadas posteriormente por el Director de cine Berlanga en su película “El Verdugo”. Fue la primera vez que se rodaba una secuencia para el cine en España en el interior de una cueva.



En 1.960 aparece un libro titulado “Manual de Exploración Subterránea”, cuyos autores, Fernando Termes Anglés y Oscar Andrés Bellet, colocan una sobre cubierta con la fotografía de una chica ascendiendo un pozo con la técnica de la escala, y equipada con la indumentaria propia de esa época. Curioso dato, ya que en esos años no era la participación femenina muy abundante que digamos. Se trataba de Maria Pallejà, espeleóloga muy activa en esos años.



En este mismo libro encontramos la fotografía de Ray Surigué, iniciando el descenso al Avenc de Penya Embassada, en el macizo del Garraf, y asegurada por su hermana Teresa, como indica el texto. Aún así, quizás los autores quisieron de esa manera darle una mayor singularidad a su libro. Esa imagen en portada, sería un reclamo más, por su rareza, para la compra del libro.


Ray Surigue

En 1.966, Karmen Kurtz, premiada escritora de nuestras letras, publica el libro “Les aventures d´Oscar, espeleòleg” . Está dedicado al público infantil-juvenil, y aunque en portada aparece un muchacho reptando por una galería, lo traigo aquí ya que se dá un caso al contrario: la mujer escribe sobre espeleología, pero no se le ocurre ni por asomo que el protagonista de su libro fuera una niña.



En 1.983 la editorial Timún Mas dá a la luz un cuento infantil titulado “Perdidos en la cueva”. El texto lo escribe Mercè Company, -otra mujer-, y narra las aventuras de tres primos, dos chicos y una chica, que se introducen en una cueva donde corren mil aventuras. Aquí ya se dá un tratamiento más por igual a los tres, hasta el punto que en un pasaje del mismo es la niña la que ayuda a su primo en un momento de apuro. Sin embargo, la salvación final corre a cargo de uno de los chicos. Los dibujos, muy atractivos, son de Agustí Asensio.



En Abril de 1.994 la Sección de Montaña “Ahexo p´arriba” de la S.E. Mainake, de Mijas, organiza la XV Semana Andaluza de la Divulgación de la Espeleología y I Semana Divulgativa de Deportes de Montaña. Para difundirla se reparten unos folletos con igual información, pero dos portadas diferentes: una dirigida a escaladores y otra a espeleólogos. Este último presenta un precioso dibujo de una mujer en el interior de una cueva: no es muy espeleológico, pero resulta muy atrayente por su simbología de la comunión entre mujer y cueva (en la idea de la cavidad como vientre materno de donde surge la vida).




He buscado entre carteles y felicitaciones y apenas he encontrado la imagen femenina en ellos. Sin embargo sí es mucho más abundante en los que publicitan encuentros ó acontecimientos de escalada.



En el cartel del I Congreso Andaluz de Espeleología celebrado en Ronda en 2000, uno de los más bellos que he tenido la ocasión de ver, aparecen tres espeleólogas que contemplan una pintura paleolítica, en este caso la yegua preñada de la Cueva de la Pileta. Están silueteadas a contraluz.



Ya más recientemente, la revista alemana Hohlen, en su portada del año 2005, se acuerda de la mujer como ¿espeleóloga?, realizando una difícil exploración dentro de una cavidad, ya que aparece desnuda, con sólo unos zapatos ¡de tacón! por toda indumentaria. De verdad que esta chica sí que merece nuestra admiración: ¿quién es capaz de adentrarse de esa manera en una cueva, arrostrando el frío, el barro y demás dificultades ?. Ella sí que no necesita ningún pesado petate que arrastrar por estrechas galerías. Alguna ventaja tenía que tener…



Otra muestra de la utilizacion de la mujer como simbolo erotico dentro de las cavidades es el trabajo del fotógrafo David Bunnell. Con fotografias de gran calidad,realiza fotos de chicas no precisamente espeleólogas, en dicho medio, titulando su trabajo como “Erotic Underground”.




En el año 2009,aparece en el Suplemento Semanal del Pais, este trabajo sobre moda que se realiza en el interior de la conocida cueva de Nerja. En palabras textuales dice: “ la maniqui, ataviada como una heroína futurista, posa en un marco prehistórico”.



En esta otra foto, la titula “Futurismo prehistórico”. Hay otras fotos tituladas, “Leona Rampante” “Destellos del pasado” “Escalada a la cima”. En esta foto, a las aberturas del bañador las llama “oquedades frontales”… Todo un alarde de imaginación…



Aparte de eso son imagenes atractivas que quizás fomentaría más vocaciones espeleológicas… ahora que estamos en años de crisis.
Loreto Wallace, Abril, 2009

Bibliografía consultada:
1. Termes Anglés, Fernando y Andrés Bellet, Oscar (1.960): “Manual de Exploración Subterránea”. Editorial Juventud S.A. Barcelona.
2. Company, Mercè (1.983): “Perdidos en la cueva”. Editorial Timún Mas. Barcelona
3. Casteret, Norbert (1.953): “Dans les glaces souterraines”. Ed. Libraire Académique Perrin. Paris.
4. Capó Valls de Padrinas, Juan (1.930): “Las cuevas del Drach”. Palma de Mallorca.

Doy las gracias a Paco Miret por su aportación gráfica a la realización de este artículo.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Los Visitadores de Cuevas

Verano de 2011: un pequeño grupo se dirige a visitar la Sima Bego, en la Sierra de Mollina. Son cuatro espeleólogos, dos de ellos se han ofrecido a enseñársela a los otros dos que no la conocen. Han oído hablar de sus maravillosas y extrañas formaciones: corales, huevos fritos, coladas blanquísimas, estalagmitas finas y rizadas elevándose en busca de sus compañeras del techo, buscando esa unión que se producirá en el transcurso de los siglos en forma de columna… Están deseando conocerla.


Un bello rincón de Sima Bego.

Los cuatro aman las cuevas, para ellos la entrada a una cavidad es entrar a un santuario donde, en esa paz y silencio que sólo en ellas se encuentra, el ser humano se siente menos protagonista de lo que siempre había pensado que era.
La entrada a Sima Bego es un pequeño pozo de apenas 20 metros, que parece algo más ya que se abre en un borde del techo de la amplia sala que es la cueva. Es una bajada en aéreo, en la que disfrutas cada metro del cómodo descenso. Una sima para iniciarse en la espeleología… pero que ¡ay!... ahí está su gloria y su perdición!.
La facilidad de acceso a su interior, su divulgación en todos los medios de redes sociales, blogs, páginas de clubs, etc etc, ha hecho que numerosas personas de toda índole conozcan su existencia y emplazamiento y vayan a visitarla. Son los Visitadores de Cuevas. Así yó los denomino,


El Castillo

Y ¿qué es un visitador?. Pues es aquella persona que sin sentir esa comunión con la cavidad, sin respeto en absoluto para el medio, las visita a toda carrera, por el solo placer de hacerlo, y si puede “llevarse un recuerdo de ella” pues ¡mucho mejor!. Que no le hablen de hacer trabajos como fotografía, topografía, estudio biológico, etc. Nó, lo que hace son las fotos ésas en que me agarro a una columna, ó a una fistulosa, dá igual que sea frágil y la rompa… hay otras!. O pongo mi bota machacando los corales, pero en la foto que pondré en el facebook, ¡no veas como vá a flipar la peña…!. Después de una rápida visita, vamos para arriba, que tengo ganas de tomarme una cerveza, ¡eso sí que es la finalidad de esta salida!. ¿Y el próximo finde, “ adonde vamos, a ver si hay formaciones guapas y nos podemos llevar alguna… que me acuerde de coger un martillo, que algunas no veas para poder arrancarlas!.”



El Vigilante.

Volviendo a la visita de nuestros cuatro amigos a Sima Bego, bajan, empiezan a andar con todo cuidado por las zonas donde no pueden estropear nada, casi no hablan, el sonido de aquellos espacios se escucha cuando tú estás en silencio… y os aseguro que hay mucho que escuchar y sentir… la gota que cae depositando esa millonésima de gramo que contribuirá a formar esa estalagmita… el batir del ala de un murciélago que sale hacia el exterior.. el ruido de tu bota al posarse en el suelo, tu propia respiración o la de tus compañeros… y de repente ¡la cruel realidad! ¿Qué ha pasado aquí? Una estalagmita está cortada y se han llevado la parte superior, los corales están casi todos pisoteados y rotos, el Solitario, una estalagmita alta, rizada, elegante, que vigila la cavidad desde hace siglos, que se halla sobre un pequeño bloque suelto.. como esto siga así la próxima vez estará destruido.
A nuestros amigos se les encoge el corazón. Esta expresión es más real que la vida misma. Esto es lo que sientes cuando observas la destrucción y la sinrazón de tus mismos congéneres. Y se plantea una pregunta: si las cuevas sueñan, ¿entra en sus sueños que las visitemos?. Para semejantes visitantes preferirán que las dejen olvidadas durante otros muchos siglos, como hasta hace poco estuvieron, solas pero sin que nadie las destruyera.

Asistimos a un auge de la espeleología. La facilidad de la técnica la pone al alcance de personas que jamás se hubieran planteado la espeleología si tuviera más dificultad. En eso podemos diferenciar al auténtico espeleólogo del visitador de cavidades. ¿ Y cual es la solución? ¿Como podemos proteger estas cuevas de delicado equilibrio de la visita de personas sin ningún respeto hacia ellas?. ¿Por qué demonizamos tanto las Competiciones de TPV, que se realizan en rocódromos especiales para ello, sin ningún prejuicio para la cavidad y nos rompemos las vestiduras diciendo que no es Espeleología.? Claro que no lo es, es “Tecnica de Progresión Vertical (TPV)”, pero… ¿qué daño hacen a una cavidad? Ninguno. Y si nos remitimos a esas competiciones que son dentro de una cueva, en Andalucia, que yo sepa, hasta ahora solo han sido en Hundidero-Gato y en Sima de Villaluenga. Dos cavidades donde periódicamente sufren tal crecida de las aguas, que os aseguro que las dejan como nuevas. ¡No nos creamos tan importantes, las aguas dejan mas huellas que nosotros!
Pero en estas otras, llenas de formaciones, frágiles, de fácil acceso… en fin, la mayoría de las que son hoy visitadas, éstas tendrán un cruel destino: la destrucción de su belleza. Así que, al igual que en la novela que dio origen a la inmortal película “Blade Runner”, yo me pregunto ahora: “¿Sueñan las cuevas con visitantes?” Apostaría a que nó.



(Dedicado a Carmen Rodriguez Caña, espeleóloga).

Texto y Fotos:Loreto Wallace, julio 2011

El Tajo del Molino (21 noviembre 2.011)

El Tajo del Molino es un cañón excavado en calizas jurásicas por el río de La Venta. Es de corta longitud, unos 600 metros de recorrido, y las paredes en su zona más alta se aproximan a unos 100 metros de altura.



Para llegar a él, saliendo de Málaga, se toma la carretera que lleva a Ardales y a partir de ahí se continúa en dirección a Campillos. Pasada la desviación hacia el Parque Arqueológico del Guadalteba, se halla el cruce hacia el pueblo de Teba, del que llevamos viendo desde hace unos kilómetros, su Castillo de La Estrella. La estrecha carretera bordea la Sierra de Peñarrubia, que la vemos a nuestra derecha. Unos pocos kilómetros más adelante, nos encontramos con el profundo tajo que parte la sierra en dos, y en cuyo fondo corre el Rio de la Venta en épocas de lluvias, porque en verano suele estar seco.



Ahora, después de unos dias de fuertes lluvias, el río corre impetuoso, formando remolinos debido a los grandes bloques.



Al final del cañón se encuentran las ruinas del antiguo molino que dá nombre al tajo.
En sus altas paredes, podemos ver algunas aberturas de cuevas que han quedado colgadas debido a la bajada del cauce del rio. Algunas de ellas han sido visitadas por nuestros antepasados en época Neolítica. En la más interesante, la Cueva de las Palomas, existen restos de pinturas rupestres esquemáticas. Hoy dia para llegar a ellas hay que escalar la pared ó descolgarse desde la zona alta.





Otros abrigos existen a pié del cortado.



Aquí se puede ver la fuerte corriente existente.



Entre la abundante vegetación de ribera, los cañaverales.



Zona recreativa, en pleno abandono, lugar donde se dejan los coches.



Regreso por la zona de los embalses del rio Guadalhorce, donde hago algunas fotos.









Al fondo, la Sierra Crestellina.

Fotos: Loreto Wallace

domingo, 6 de noviembre de 2011

La Sima de la Piedra ( 5 noviembre 2011)

En la sierra de Zafarraya, sobre el polje del mismo nombre, localizamos esta interesante sima, a la que pudimos acceder tras desobstruir la boca de entrada quitando una enorme piedra que dió nombre a la sima.
Esa tarea se había realizado unos meses antes empleando unas poleas. Posteriormente se penetró en ella y se continuó la exploración quedando algunas incógnitas que ahora queriamos comprobar y aprovechar para realizar algunas fotografías.

Participantes:
Jose Enrique Ramirez (del Club de Nerja)
Del GES de la SEM:
Loreto Wallace Moreno
Andres Muñoz Martinez
Carmen Rodriguez Caña
Heidi Angel
Desayunamos como otras veces en la Venta de la Peña, ya muy cercana al Boquete de Zafarraya. Inmediatamente salimos hacia la sima a la que llegamos después de una media hora de marcha por un sendero bien marcado.


Llegamos a la cavidad.


Andres comienza a instalar la entrada.


Entrada a la cavidad.




Nos equipamos y mientras Jose Enrique y Andres iban a instalar el pozo final, nosotras nos quedamos realizando fotografías en la sala de entrada. La sima es una amplia diaclasa que se estrecha en su parte final. Está dividida por una colmatación de bloques recubiertos por un fuerte proceso reconstructivo. Así que para continuar la diaclasa tenemos que hacer una trepada por ellos y después de pasar un estrecho paso nos hallamos en la boca de un pozo de estrechas paredes recubiertas por microformaciones: aragonitos, alcachofas …etc que te destrozan el mono si es de tela, como me pasó a mí.


Bella pared recubierta por coladas y banderolas.


La luz del exterior penetrando por el pozo de entrada.





Al final el pozo continúa por entre un caos de bloques muy inestable, por lo que no se continuó la bajada. Andrés realizó una trepada para acceder a una posible chimenea, pero sin solución de continuidad. Quedó pendiente otra escalada, aunque no parece tener más interés. Por el exterior se localizó un agujero que seguramente conectará con esta zona final.

El suelo en rampa con un gran cono de derrubios.


Zona por donde se trepa hasta el pozo de la estrecha diaclasa.


Carmen bajando el pozo final.


Heidi bajando el mismo pozo.


Curioso contraste de colores


Emprendemos la subida.




La cadena trófica: una araña se come a una especia de grillo.


Formaciones-













A las cinco de la tarde salimos de la sima encontrándonos con que el tiempo había empeorado: hacía mucho frío y caía una especie de agua nieve.


Recogiendo.



Con los monos puestos descendimos hasta el lugar que habíamos dejado los coches. Tuvimos suerte: al llegar allí dejó de llover y pudimos cambiarnos tranquilamente y ponernos secos.






Aunque no es tarde, el dia está tormentoso y oscuro.



Para terminar el dia visitamos a los padres de Jose Enrique, que viven cerca de allí, y que nos obsequiaron con un reconfortante café y productos de los que se pegan a las costillas: morcilla, zurrapa de lomo, buen queso… en fin, que salimos muy reconfortados de allí! Son unas excelentes personas a los que siempre que podemos nos gusta pasar a saludarlos.

Sobre las nueve de lanoche llegamos a Málaga. Al dia siguiente me dediqué a lavar el equipo, y para tenderlo... qué mejor que utilizar el columpio de los niños??.




Fotografías: Loreto Wallace.