viernes, 16 de enero de 2015

Desmontando la Cueva del Refugio (12 Junio del 2014)

La Sierra de Mijas


Dentro del término municipal de Alhaurin el Grande, en la cara Norte de la Sierra de Mijas, después de subir un abrupto y empinado cortafuegos, llegaremos a la entrada de la Cueva del Refugio, pequeña cavidad que tambien es conocida como Cueva del Moñiga.
El Moñiga debió de ser algún cabrero que utilizó la sala de entrada para refugio en tiempo de lluvia, y seguramente pernoctó en ella más de algún día. Tiempos difíciles, de penuria y hambre, en el que se trabajaba para comer y poco más.
Topografia del grupo Mainake
Durante mucho tiempo sólo se conoció la sala de entrada, con espeleotemas en estado fósil y de escasa belleza.
Pero, no hace muchos años, se subió una estrecha chimenea, y tras ella, pasando una estrechura, se abria un pequeño pozo, que se descendió por una colada estalagmitica. De esa manera se tuvo acceso a la parte más interesante de la cavidad: una sala con espeleotemas de excepcional belleza.

Estrecha chimenea por la que se accede a la zona de los espeleotemas.
Sala de los Espeleotemas
Hace un par de años Jose Marin del Grupo de Montaña,  me dio a conocer esta cavidad. Subimos acompañados por otros colegas, y fotografiamos la sala.  La facilidad de acceso, su situación tan cercana a Málaga, y el poco material necesario –una cuerda de 15 metros es suficiente-, hizo que varias veces volviera a la cavidad, unas veces sola y otras acompañada, para seguir sacando fotografías.
Esta vez quise que la conociera mi hija Rocio y mi nieta Paula. Y allí nos dirigimos las tres.  El calor del dia hizo algo dura la subida del cortafuegos, pero al fin nos encontramos en la boca de la cavidad poniéndonos el equipo.
Pronto estuvimos en la sala dispuestas a empezar con las fotografías.
Lo primero que observamos fueron un par de estalactitas cortadas y puestas en un pequeño gour seco que se haya al pie de una colada nada más bajar por la cuerda a la sala.  No recordaba que hubieran estado allí antes, así que miré más atentamente y observé en las paredes algunos descascarillados de los que se producen con una herramienta dura.
Subimos la rampa que dá a la zona donde se hallan las preciosas formaciones de esta cavidad… y nos quedamos aturdidas al ver la destrucción que se había llevado allí a cabo ¡.
Estado del grupo de estalagmitas
Trozos de estalagmitas por todas partes. Bonito ejemplo para las jóvenes generaciones!
Antes de ser arrasado.
Y este es el mismo grupo de estalagmitas meses antes.
 
El conjunto de estalagmitas que se hallan agrupadas en el centro de la sala presentaban un aspecto desolador:  algunos desalmados se habían dedicado a romperlas, no importa el tamaño que tuvieran, por lo que debían haber ido con martillos y cincel para poder llevar a cabo su tarea.
Pocos sitios habían escapado a la destrucción. Observamos que en sitios algo escondidos habían colocado agrupados los trozos de espeleotemas, seguramente con la intención de llevárselos mas adelante. Seguramente que el botin era muy pesado para poder sacarlo todo de una vez.
Hicimos algunas fotos para que podais apreciar la devastación. Lo que la Naturaleza tardó siglos en construir el hombre lo ha destruido en pocas horas.
Otro rincon de la cavidad meses antes.

El mismo sitio despues de pasar los vándalos.
Esta es una cueva de fácil acceso, en la que con una simple cuerda de pocos metros se puede acceder a esta sala sin necesidad de equipo de progresión
Con toda probabilidad es que la rotura de estas formaciones ha sido para venderlas a particulares ó como adornos en tiendas de minerales. Deberia haber alguna ley que proteja de estos vandalismos, y las tiendas que compraran estas piezas incurrieran en un delito de destrucción del patrimonio natural.
Hace falta un buen martillo para romper esto.
Trozos de espeleotemas preparados para llevárselos.
Más zonas destruidas a golpe de martillo.
Alguna solución debe de haber. Lo que no podemos es quedarnos de brazos cruzados, somos espeleólogos, es nuestro deporte, y estos hechos nos perjudican a nosotros ya que muchas veces nos ponen en el punto de mira de estos actos. Sin embargo yo creo, que la facilidad de acceso de estas cuevas y la abundante información que hay sobre ellas facilitan la tarea a estos vándalos, que no tienen por qué ser “espeleólogos”, entendiendo por tales a los que se dedican a la “exploración y estudio de las cavidades”, nó a los que se dedican al turismo de aventura o a la destrucción sistemática del mundo subterráneo.
Esta imagen ya no la volveremos a ver...
Parece que molestaba tanta belleza en esta cueva y se han dedicado a desmontarla. Estas fotos del “antes” y el “después”, os pondrán en situación de lo ocurrido, pero en este caso, una imagen no vale por mil palabras: falta verlo in situ para sentirlo también en el corazón.!

miércoles, 14 de enero de 2015

La Cueva de la Higuera (Torremolinos, Málaga)



Esta cavidad se halla situada en la Sierra Llana, sobre los Pinares de Torremolinos.  Su boca, de regulares dimensiones, se abre hacia el Levante, dando vista a la Bahía de Málaga. La sierra, con una vegetación típicamente mediterránea, tiene una altitud máxima de 623 mts. en el Puerto de las Ovejas. En su parte baja se halla una zona recreativa denominada los Pinares de los Manantiales, punto de partida para la aproximación a la cavidad.
Entrada a la Cueva de la Higuera
Topografia del Grupo Mainake
Iniciamos la bajada por la galeria de entrada.

Conocida desde hace muchos años, también con el nombre de Cueva de los Murcielagos, ha sido lugar de escuela de muchos espeleólogos malagueños. Actualmente, está muy deteriorada debido a las numerosas visitas de personas ajenas a la espeleología, que la utilizan para “pasar el rato haciendo algo excitante” y dejándola llena de basuras con los restos de sus comidas. Su facilidad de acceso y de visita están haciendo estragos.
Detalle de la pared de roca caliza con sus vetas multicolores.

Las formaciones que tenía, como fistulosas y flores de aragonitos, hace tiempo que desaparecieron victimas de la codicia para venderlas, ó por el afán de destrucción por sí mismo.
Ayer realizamos una visita para comprobar el estado de la cavidad y realizar unas primeras fotografías. 
Nada más entrar, empezamos a encontrar basura. Esto se repite a lo largo de la cavidad. ! De vergüenza.!

Galeria de bajada.
Este tipo de disolución es característico de la cavidad.

La cavidad tiene un desarrollo de 229 metros y 47 metros de profundidad total, y se abre en la zona baja de la sierra a 195 mts. de altitud.  Se tratan de estrechas galerías que desembocan en una diaclasa final obstruida por bloques desprendidos, que han taponado su continuación.
En la visita que realizamos el dia 13 de enero 2015, constatamos la desaparición de los murciélagos, sólo vimos dos hibernando en lugares apartados, aunque restos de murcielaguina fresca nos confirmaron que siguen entrando en la cavidad con relativa frecuencia.
Preciosa roca veteada a unos 40 metros de profundidad.
 
Magnífico veteado de las paredes en esta salita. 
Son frecuentes los pasos estrechos.
 
Aqui podemos ver las paredes "adornadas" con numerosos grafittis.
En resumen, una interesante cavidad, que nos volvió a plantear el debate entre la libertad de acceder a nuestras cuevas y la necesidad de su protección.
Respecto a la Cueva de la Higuera, hay que realizar un primer trabajo de limpieza sacando toda la basura existente en su interior. Además un nuevo levantamiento topográfico sería muy necesario, y más fiel a lo existente en la cavidad. Otro aspecto interesante de esta cueva es la diversidad de la roca caliza, que presenta diversos coloridos, debido a la vetas de minerales existentes. 
Preciosas formaciones en una salita a medio expoliar.
 
Una bella zona de la cavidad.

Destrozos en la cavidad.
 
Estalactitas cortadas para su venta ó para tirarlas poco más tarde.
Zona baja de la cavidad.
 
Macellolophus subromarginatus
Pasos estrechos abundan en la cavidad.
 
Hay que salvar algunos estrechos pasos.
Murcielaguina en algunas zonas de la cueva.
De regreso al exterior, zona cercana a la boca de la cavidad.
Iberus marmoratus hibernando en la entrada de la cueva.

Hay una cierta y explicable atracción hacia las grandes cavidades, con extenso desarrollo horizontal ó grandes verticales. Pero estas pequeñas cuevas, nos enseñan que la evolución del karst es muy compleja y que no debemos desdeñarlas y sólo relegarlas a las visitas expoliadoras. Son dignas de un estudio más exhaustivo y de un respeto hacia su conservación, al igual que sus hermanas mayores.