"En el fondo, pensé, la estructura de un hombre no difiere
mucho de la de un terreno cárstico: en la superficie se suceden días, meses,
años, siglos de un tiempo histórico en continua transformación – por encima de
él pasan coches ó carrozas, simples excursionistas o un ejército vencido- pero
por debajo la vida permanece intacta, siempre igual a sí misma. No existen
variaciones de luz ni de temperatura en esas cavernas oscuras, no hay
estaciones ni transformaciones, los
urodelos chapotean felices tanto si llueve como si hace sol y las estalactitas
continúan bajando hacia las estalagmitas como enamorados separados por una
divinidad perversa. En ese mundo creado por el agua todo vive y se repite con
un orden casi invariable."
Del libro "Escucha mi voz" de Susanna Tamaro. Escritora italiana nacida en 1.957, descendiente de Italo Svevo.
Editado por Seix Barral. Madrid 2006