Grupo participante. |
¿Qué les pasa a los “visitantes de cavidades”? Parece que
confunden cavidad = sitio donde desprenderse de su basura.
El pasado domingo, nos fuimos Paco Crespo, Cristina Perez,
Carmen Crespo, Paula Casado, Heidi Angel y Loreto Wallace, del Club Ges de la Sem, a esta cavidad, con
la idea de ensayar un nuevo método de topografía a base de Tablet y teléfono
mobil, mediante el programa Topodroip.
Elegimos una cavidad pequeña, cerca de Málaga: La Cueva del
Toro, situada en la Sierra Llana, por encima de Torremolinos. A ella se accede
siguiendo un sendero que parte del area recreativa de Los Manantiales.
Camino de la cueva. |
Esta cavidad era muy conocida de los espeleólogos malagueños
en los años setenta, siendo muy utilizada como lugar de escuela por los
principiantes debido a su facilidad de acceso y de exploración. Yo la visité en
esos años y recuerdo una pequeña cueva, con muy pocas formaciones, pero muchos
murciélagos y sin huellas del paso de los humanos. ¡Nada más lejos de lo que
nos íbamos a encontrar!
Con un día primaveral, de los que son frecuentes en estas
fechas, partimos hacia los Manantiales, donde pudimos comprobar cómo numerosas familias
habían tenido la idea de ir a pasar el día entre los pinos haciendo barbacoas.
Sin embargo, nuestra finalidad era muy diferente: meternos
bajo tierra y dejar el sol primaveral en la superficie. A veces, la tentación
en estos días de pasear por las olorosas sierras es demasiado grande! En el
corto camino que nos lleva a la cueva, tenemos la ocasión de disfrutar del olor
del tomillo, del romero, de la lavanda… todo un lujo que la Naturaleza nos
regala.
La entrada a la cueva está cerrada con una gran reja, pero ya
han roto parte del cemento que la ancla, dejando un boquete suficiente para que
una persona pueda colarse por él.
Este sistema de proteger las cavidades no es mala idea, el
problema es que no se suelen cerrar intentando conservar el entorno, y
normalmente suelen ser una incongruencia en medio del paisaje. Las diferentes
fotos, de antes y ahora, es suficiente para comprobarlo.
Entrada a la cueva a finales de los años sesenta. |
Entrada actual a la cavidad. |
La sala de entrada nos recibe con un gran estercolero: botellas
de cristal rotas, latas de bebidas, pilas, mecheros, linternas, trozos de
cordeles, papel de aluminio, plástico, restos de carcasas de pasta de finalidad
ignorada… en fin, la suma sería infinita.
Esa basura nos acompañará a lo largo de toda la cavidad, por
el tubo a presión, muy estrecho, que desemboca sobre la cabecera del pozo, y
por el que descendemos con el peligro de cortarnos con los restos de cristales,
o de coger el tifus exantemático por lo menos….
Sin palabras. |
Pero el “contenedor principal” lo vamos a encontrar al fondo
del pozo! Yo creo, que los 15 metros de desnivel ya no lo son. ¡ La acumulación
allí de basura está haciendo que disminuya su profundidad!
La Ecología es una palabra que está hoy en boca de
todos: Cuidemos nuestros bosques,
cuidemos nuestras ciudades, nuestras montañas… Sin embargo echo en falta un
“Cuidemos nuestras cuevas”. Este mundo ignorado por la mayoría, que últimamente
está siendo finalidad de muchas personas de ir a pasar un rato excitante, está
siendo el gran perdedor.
Otro de los numerosos rincones llenos de basuras. |
Entrada a la cavidad. |
Bajando al pozo final. Una gruesa maroma podemos observar. |
Gruesa soga con nudos utilizada para bajar el pozo. |
Pocas formaciones quedan en esta cueva arrasada. |
Preciosa foto con las niñas que nos acompañaban. |
Nosotros, los espeleólogos, que amamos y protegemos nuestras
cavidades, que empleamos una gran parte de nuestro tiempo libre en estudiarlas
y explorarlas, estamos asistiendo a la destrucción inexorable de gran número de
ellas.
Cuando muere una cavidad, muere también una parte de nuestro
patrimonio natural, al que le debemos el poder estar vivos en nuestro planeta.
Hace unas semanas estuvimos en la cercana Cueva de la Higuera
y sacamos de allí 12 sacas grandes de basura. En esta cueva por lo menos harán
falta 40 sacas para dejarla como siempre debió de estar.
Su leyenda:
A unos cincuenta metros de la entrada, se encuentra una sala
de medianas dimensiones en cuyo extremo existe una gran colada estalagmitica
cuyo frontal se asemeja a la figura de un toro siempre que hagamos un esfuerzo
de imaginación. Pues bien, sobre esta
cueva existe la leyenda que de ella parte un pasadizo que conduce hasta el mar
y por el que un grupo de moriscos rebeldes logró huir a través de él, para
tomar una embarcación que les esperaba en la playa y asi huir a su país.
En la huida no pudieron llevarse con ellos el fabuloso tesoro
que poseían por lo que debieron esconderlo en la propia cueva con la intención
de recuperarlo posteriormente. Así reza el dicho popular: “Detrás del toro está
el tesoro”.
La nota simpática de esta salida fue que Carmen Crespo
encontró una moneda de dos euros bajando el pozo de entrada! Sería parte del tesoro?...
Carmen y Paula con el "tesoro" encontrado. |
Playa de Los Alamos, Torremolinos. |
Para quitarnos el mal sabor de boca, terminamos el dia en la playa, disfrutando del sol y las niñas haciendo un castillo de arena.
Plano de la cueva del Club Mainake |
3 comentarios:
Estimada Loreto. Soy Torremolinense, y no me enorgullezco de ello. Mi pueblo, sus gobernantes y sus habitantes (salvo contadísimas excepciones) pertenecen a una especie de una inteligencia muy muy limitada. Toros, futbol y cerveza es todo lo que necesitan para satisfacer sus necesidades intelectuales. Ni siquiera IU los verdes como oposición al gobierno PPero de Torremolinos hacen nada por cuidar el limítadísmo espacio natural que nos queda. Un desastre.
He leído vuestra acción en la cueva del Murciélago y no tengo más que agradecer que exista gente como vosotros. Un fuerte abrazo y seguid así.
Gracias Pablo por tus palabras. Siempre anima que apoyen lo que hacemos. Un abrazo.
Hola,
Los "moriscos" que citas no huyeron a "su país", su país era este y el de sus antepasados también durante siglos. Los invasores de sus tierras y sus casas desde hacía bastantes generaciones les echaron de ellas y seguramente huyeron para salvar sus vidas y las de sus familias.
Debemos tener cuidado con tergiversar la historia.
Por lo demás que comentas del estado lamentable de la cueva estoy totalmente de acuerdo.
Saludos
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