Por Loreto Wallace Moreno y Heidi Ángel Fernandez
(Club Ges de la Sem)
(Club Ges de la Sem)
(Trabajo publicado en la Revista Andalucía Subterránea nº 29 pp 25-32 Año 2017)
Resumen
Desde que comenzamos a trabajar en el año 2012 en la zona de
Las Turquillas (Sierra de las Nieves, Málaga),
hemos ido localizando una serie de cavidades en su mayoría de pequeño
tamaño. Dentro de un plan de estudio sistemático de esta zona, se han explorado
y topografiado nuevas cavidades y se han revisado y actualizado los datos de
aquellas que conocíamos su existencia por escritos ó planos antiguos, todos
procedentes de exploraciones de nuestro club, que fue el primero que empezó a
adentrarse en la sierra con un interés espeleológico en el año 1.971. En esta
ocasión traemos una cavidad que presenta un interés especial ya que su
morfología creemos es debida a un origen hipogénico, siendo la primera que
hemos descubierto hasta ahora en Las Turquillas.
Situación:
La Sierra de las
Nieves se enclava en la zona más occidental de las Cordilleras Béticas, que se
extienden por la mayor parte de Andalucía. Se corresponden con el plegamiento
alpino que tuvo lugar durante la Era Terciaria, cuyo periodo de mayor actividad
fue durante el Mioceno, unos 27 millones
de años antes de ahora, por lo que
geológicamente son cordilleras jóvenes. Se sitúa al Noroeste de la provincia de
Málaga, formando parte de la Serranía de Ronda. En ella se alza la mayor altura
en el Pico de la Torrecilla (1.919 m.)
Desde 1.989 está protegida como Parque
Natural, siendo además Reserva de la Biosfera desde 1.995.
Nos encontramos en una zona típica de karst
mediterráneo de montaña, formado por una
sucesión de dolomías y calizas de edad triásica de gran potencia, que
pertenecen a la Dorsal Bética dentro de la Unidad Interna de estas Cordilleras
Béticas. El paisaje se caracteriza por un relieve abrupto, más abarrancado por
su lado Sur, debido a la proximidad al mar de esta sierra, que obliga a sus
arroyos a excavar fuertes pendientes para llegar al nivel de base en muy corta
distancia. El agua circula mayoritariamente de forma subterránea formando
cavidades, simas y un complejo de fisuras donde el agua es la responsable del
modelado kárstico. Aunque hay que señalar que el relieve que hoy día observamos
es producto de un primer modelado en época terciaria al que ha seguido su
desmantelamiento y modificación por el establecimiento de una posterior red
fluvial cuaternaria (Corbel, 1956).
El acuífero se recarga
por la infiltración de las aguas de lluvias y el derretimiento de las nieves
que ocasionalmente cubren la zona, drenando sus aguas a través de varios
manantiales. Los más importantes están localizados en la vertiente meridional
de la sierra. La respuesta ante las precipitaciones es muy rápida, normalmente
a partir de un dia se observa una súbita crecida; ello nos indica que existe
una red subterránea muy desarrollada. Lo cual está comprobado por la existencia
de cuatro grandes simas: Sima Gesm, Sima Prestá, Sima del Aire y Sima Nevero.
Todas ellas con un extraordinario desarrollo de galerías subterráneas y gran
profundidad. (Berrocal, Ferrer y
Guerrero 2008).
Zona Turquillas:
La sierra se halla
dividida por la Falla de las Turquillas en dos zonas: un bloque levantado al Este, donde se
sitúan las principales alturas, y un bloque hundido al Oeste, donde se halla la
zona de trabajo de este artículo. Esta falla es determinante para la dirección
del flujo de aguas subterráneas. Así, la zona de Turquillas drena sus aguas
hacia el manantial del Genal, en el pueblo de Igualeja. Se conoce con el nombre
de “El Nacimiento” y tiene un aforo de 100 l/s.
Es un paisaje, en
general, bastante deforestado, si exceptuamos pequeños bosquetes de pinsapos, y
su altitud media fluctúa entre los 1.300-1.400 m.s.n.m.
Descripción de la
cavidad:
La
Sima Coz del Caballo se abre en las Turquillas Bajas, dentro del Parque Natural de la Sierra de Las
Nieves.
Pertenece al término municipal de Parauta, en la provincia de
Málaga, y su boca se abre a 1.314 metros de altitud. El paisaje que la rodea es
el típico karst mediterráneo de montaña, de suelo bastante erosionado, con una
vegetación de matorral mediterráneo mezclado con Pinus halepensis.
Situación de la cavidad |
Se trata de una pequeña sima de sólo -8,80 metros de
profundidad. Sus dos bocas se abren a muy corta distancia, y se corresponden
con los extremos de la única galería de que consta la sima. La boca a mayor altitud
es de muy pequeñas dimensiones, siendo bastante dificultosa su penetración.
Bajamos por una rampa muy inclinada, de estrechas paredes, que desemboca sobre
el fondo de la cavidad tras la bajada en vertical de los últimos metros. La luz
proveniente de la segunda boca se puede apreciar en todo momento, y aunque al
fondo no llega la luz del exterior, la oscuridad no es profunda. Nos
encontramos en una planta que mide 4 metros de longitud por 2 metros en su
parte más ancha.
La segunda boca, a cota 4 metros más baja, es de mayores
dimensiones, siendo por tanto la que se utiliza para entrar a la cueva. Se abre
en la ladera y tiene su origen en la propia acción erosiva exterior, aunque
posteriormente se aprecia un proceso de penetración del agua que ha formado
coladas en las paredes de la cueva, producto de la escorrentía de las
aguas. El fondo de la cueva se halla
relleno por numerosos clastos y algunas rocas de mediano tamaño, que se han
desprendido en la apertura de la segunda boca, mayoritariamente. Existe una
rica vida animal entre estos derrubios, ya que los restos de materia orgánica y
algo de humedad, la favorece. Recientemente se ha descubierto la existencia en
ella del gasterópodo Oestophora ebria (Ríos Jimenez, F, Wallace Moreno, L y Ángel
Fernández, H. , 2017).
Espeleogénesis
La primera impresión que tuvimos al descubrir la cavidad, era
que se trataba de una diaclasa que se había ido agrandando por el lento trabajo
de las aguas de lluvia. Sin embargo, una mirada más detenida al exterior nos
hizo abandonar esta teoría, ya que no existen zonas de absorción ni fisuras,
encontrándonos en la zona baja de una ladera con una superficie horizontal
bastante arrasada por la erosión.
Acostumbrados a trabajar en pequeñas simas de esta zona,
todas con clara génesis de procesos físicos-químicos, desarrolladas a favor de
fracturas ó de cuencas de absorción, ésta se nos resistía por su morfología muy
diferente a las anteriores.
La lectura de las teorías de algunos artículos sobre
cavidades hipogénicas, basadas en los estudios de A.B Klimchouk (2007), nos
hizo empezar a estudiar la posibilidad de que se tratase de una cueva formada
por la acción de aguas confinadas, sin contacto con el exterior hasta que el
arrasamiento del karst de superficie abrió las bocas que hemos indicado.
Siguiendo a Klimchouk, una cavidad hipogénica se comporta como un sistema cerrado, sin interactuar con
el exterior consumiendo sus propios
recursos. Esto en contraposición a la
cavidad epigénica que se ha formado
en un sistema abierto, intercambiando energía y materia con la superficie en
forma de recursos hídricos, residuos orgánicos, detritos… etc
Así pues, las cavidades epigénicas están influenciadas por
los niveles freáticos o los vadosos, ya que son acuíferos libres, y en cambio
las cavidades hipogénicas están formadas por las aguas en el interior de la
tierra, que horadan la roca en virtud de sus propiedades agresivas, pero
siempre de una manera muy lenta, ya que estos acuíferos confinados pueden
permanecer por espacio de muchos miles de años antes de vaciarse y conectar la
cavidad con el exterior.
Estas cavidades suelen crecer hacia arriba, siguiendo la presión
que produce el agua sobre los techos, que son los que soportan su empuje, y dan
lugar a formas características, diferentes a las que encontramos en las
cavidades epigénicas, aunque pueden darse los dos tipos de formaciones en una
misma cavidad, ya que hay cuevas que participan de las dos génesis. Ello se
explica por la incorporación de aguas confinadas profundas a una red freática.
La conocida Cueva de Vallgornera es un ejemplo de ello. Según Garay Martin
(2013), es debido a una anomalía geotérmica causada por la aportación de un
acuífero confinado de aguas termales.
Morfologías hipogénicas:
Siguiendo a Klimchouk (2007), vamos a pasar a resumir cuáles
son esas formas características que encontramos en una cavidad hipogénica y que
nos hace reflexionar sobre su génesis y apoyar las teorías de este autor. (Se
han constatado tanto en cuevas en calizas como en dolomías o en yesos.)
Los Feeders: son puntos de alimentación en forma
de pozos que pueden ser de grandes ó muy pequeñas dimensiones.
Los Outlets: son las formas que más llaman la
atención por su espectacularidad en algunas cavernas. Se trata de cúpulas en
los techos, formadas por la presión de las aguas en su ascenso. Muchas veces
existen a diferentes alturas, por lo que se aprecia a simple vista una
sensación de “cúpulas encadenadas”. Al ascender el agua se producen burbujas de
gas a partir del CO2, y aumenta su poder de disolución. Otra causa de
karstificación sería la mezcla del agua confinada de gran salinidad con la
infiltración de aguas superficiales menos salinas.
Los Boxworks: Son unos dibujos en las paredes, a
modo de nervosidades, formados cuando la dolomía se areniza y se desprende,
sobresaliendo la caliza a modo de venas,
que se entrecruzan, debido a la mayor dureza de éste ultimo material. El grosor
de estas “venas” puede variar mucho, y depende cómo es lógico de la disposición
de ambos materiales.
ambos materiales.
Los Risings wall
chanels: Son unos
surcos en las paredes de la cavidad en dirección ascendente.
Las partitions: son tabiques de roca que se producen
cuando dos galerías se forman y crecen coalescentemente.
Solution pockets: pequeños agujeros en las paredes
debido a la acción de las aguas corrosivas.
Además de estas formas concretas, en plan más general del
desarrollo de la cavidad, tienden a formarse cavidades laberínticas (network mazes), galerías con elongaciones verticales debido a
la variación del nivel piezométrico del acuífero confinado, salas pequeñas ó
gigantescas formadas sin contacto con el exterior hasta que ha colapsado un punto por el crecimiento hacia arriba de
los techos debido a la presión del agua… todo ello estudiado en profundidad por
el citado Klimchouk, al que remitimos para un mejor conocimiento de este tipo
de cavidades.
La Coz del Caballo y sus formas hipogénicas.
Así pues, con los datos anteriores, fuimos comprobando si en
esta pequeña sima se daban algunas de las formas que pudieran hacernos confirmar
su génesis hipogénica.
En primer lugar, como ya hemos dicho anteriormente, sus dos
bocas A y B (ver topografía) se han abierto por arrasamiento del karst
superficial. Es una zona en la ladera de un pequeño cerrete, con los estratos
bastante horizontales, apreciándose algunas fisuras entre las rocas,
coincidentes con la situación de la sima. Las aguas confinadas aprovecharían
esta debilidad para agrandarlas y aumentar el volumen del cavernamiento gracias
a su poder de corrosión y disolución.
Por la segunda boca (B)
se constata una posterior escorrentía de agua que ha sido la causa de la
formación de unas coladas en la pared aledaña, y que ahora están en estado fósil.
Tanto la primera como la segunda boca, son producto de la elongación vertical
que ha sufrido esta galería por la variación del nivel piezométrico, como ya
indicamos algo más arriba. En ambas podemos apreciar outlets, sobre todo en la
boca a más baja altura.
Los feeders, pozos alimentadores, los encontramos en el borde de la planta. Son de pequeño tamaño , en correspondencia con el escaso desarrollo de la cavidad, como se puede observar en la foto.
Los boxworks los podemos percibir claramente en la pared de
bajada de la segunda boca unidos a pequeños cuencos de disolución ó solution
pockets.
Boxworks y solution pockets en la bajada desde la Boca A |
Los popcorn ó palomitas, un tipo de coraloides en las paredes
producido por la estratificación concéntrica de la calcita que al depositarse
modela formas globulosas parecidas a las palomitas. Se forman una vez que el
nivel freático desciende y la cavidad participa de formaciones epigénicas por
la escorrentía del agua por sus paredes. Aquí los tenemos muy cerca del suelo y agrupados en
tres tramos distintos, a modo de niveles.
Popcorn ó palomitas en las paredes. |
Los Rising wall chanels, canales de pared ascendentes, que se pueden
observar en la pared que sube hacia la boca A. Paralelos a ellos existen una serie de agujeros en rosario que
podrían ser solution pockets. Posteriormente han sido paso natural del agua de
escorrentía que ha penetrado por la cercana boca A, como se puede apreciar en
la foto.
Rising wall chanels y solution pockets en la subida hacia la boca B |
Drenes ascendentes: son los conductos por los que asciende el
agua confinada, y que en la Coz del Caballo han sido los que han originado las
dos bocas de la cavidad, al llegar muy cerca de la superficie.
Las
cúpulas encadenadas a diferentes alturas se pueden apreciar a pesar de las
pequeñas dimensiones de esta cueva.
Canal ascendente en la sima. |
Los estudios de Klimchouk, A (2007), y Palmer, A (2011) entre otros, empiezan a
aclarar algunos de estos interrogantes. Muchas cuevas hipogénicas han tenido un
posterior periodo en que, una vez vaciado el acuífero, el rezume de las aguas a
través de fisuras en las paredes, han formado espeleotemas en forma de coladas.
Esto lo podemos apreciar en una zona de la Sima Coz del Caballo, y asimismo las
formaciones coraloides tipo popcorn. Estos espeleotemas pueden llegar a
enmascarar en parte las formas propiamente hipogénicas de una cavidad.
Así pues, cuevas hipogénicas pueden participar de periodos de
karstificación epigénicos, como creemos que ocurrió en esta sima. Aprovechando
fracturas verticales en las rocas, el agua comienza su disolución en un régimen de acuífero confinado.
Cúpulas encadenadas |
Con este trabajo hemos querido aportar un nuevo enfoque a las
cavidades de la Sierra de las Nieves, y en concreto en ésta sima de la Coz del
Caballo, que es, hasta ahora, la primera que hemos atribuido a una génesis
hipogénica.
Bibliografía:
Berrocal, J.A., Ferrer, R., y Guerrero, M.J. (2008): “ Cavidades de la Sierra de las Nieves”. El karst de Andalucía. Ed. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Pp 145-159.
Corbel, Jean (1.956): “Le karst proprement dit. Etude morphologique.” Revue de Geographie de Lyon. Nº 31
Ferrer Martin, R. y Lopera Alcalá, J. (2006): “Exploraciones del Ges de la Sem en la Sierra de las Nieves”. Andalucía Subterránea, 16. Málaga pp 37-42
Garay Martin, Policarp (2013): “Consideraciones sobre karst y cuevas hipogénicas, con referencias al ámbito valenciano”. Boletin nº 9 Sedeck. Pp 16-29
Klimchouk, A.B. (2007): “Hypogene Speleogenesis: Hydrogeological and Morphogenetic Perspective.” Special Paper nº1, National Cave and Karst Research Institute, Carlsbad, N.M. 106 pp. Second edition 2011
Palmer, A.N. (2011): “Distintion betwewn epigenic and hypogenic maze caves”. Geomorphology, 134 pp 9-22
RÍOS JIMÉNEZ, F., WALLACE MORENO, L. y ÁNGEL FERNÁNDEZ, H., 2017. Nueva cita de dispersión de Oestophora ebria (Corbellá, 2004) (Gastropoda: Trissexodontidae) en la provincia de Málaga. Gota a gota, nº 13: 73-77. Grupo de Espeleología de Villacarrillo, G.E.V.(ed.)
ROS, A., LLAMUSÍ, J.L. y
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Varios Autores (2017): “La Cueva de Luchena. Un ejemplo de
cavidad hipogénica relacionada con descargas de aguas subterráneas en el
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Especial aniversario de la AEV 1997-2017. Edita Asociación Espeleológica
Velezana. Velez Rubio (Almería). pp 131-139
Wallace Moreno, Loreto (2016). Exploraciones en Turquillas,Carbonera-Rajete (Sierra de las Nieves, Málaga). Andalucía Subterránea, 26: pp 34-60.
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